Los imperdibles (Revista CLIJ, nº 222, enero 2009)

31/01/2009

Por primera vez se edita en nuestro país este álbum sin palabras, opera prima del autor e ilustrador norteamericano Mercer Mayer, que lo convirtió en un precursor del álbum ilustrado actual. Una historia puramente visual, publicada en 1967, que hizo despegar la carrera de este artista, hoy con más de ochenta títulos a sus espaldas.
Un niño y su perro se acercan al río a pescar y ahí encuentran a una rana sentada sobre un nenúfar. Ni corto ni perezoso, el chaval intentará dar caza al anfibio con la ayuda de su fiel chucho, pero sus estrategias no parecen surtir el efecto deseado. Con esta sencilla premisa, más un final sorprendente e inesperado, Mayer diseña una impecable puesta en escena, con una secuenciación perfecta, en un estilo sobrio y elegante, expresivo y dinámico. Una historia quizá rescatada de la infancia del autor, contada desde el humor, no exento de cierta ternura, pero desligada del constreñidor realismo para abrirse al mundo de lo posible, aunque altamente improbable. Una obra que hoy nos puede parecer «clásica», por su concepción y estilo, pero que marcó en su momento un camino y que hoy sigue funcionando precisa como el mecanismo de un reloj.

 

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“Yo no le tengo miedo a nadie, perro feroz. Porque tengo un mensaje de una botella correo.”

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“—Poka… Pokita…, ¡me encantaría jugar al fútbol!”

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“—La noche es nuestra amiga, no hay por qué tenerle miedo.”

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“¡Auuuh auuuh, mis zorros pequeñines! ¡El chocolate caliente está servido!”

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“para salvar a la humanidad basta con mirar dónde se ponen los pies”

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“Hasta el día del bosque había pensado que siempre sería pequeña”

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“Quisiera tener…

La voz de la ballena que canta y es oída a un océano de distancia”.